Un Análisis, una investigación o simplemente un encargo, conlleva adquirir responsabilidad y sobre todo confianza, pero ¿debemos decir toda la verdad?.Fácil y correcta respuesta, pero complicada resolución real. Independiente de la naturaleza o entidad del cliente, casi siempre nos intentara marcar una fuerte influencia sobre el concepto del mismo, y forzar la resolución a su propia solución.Como diría un dicho “Tu dime lo que quieras, que entiendo lo que me parezca”… Pero en una segunda fase se encuentra la honestidad de uno de interpretar si hay o no hay caso. En este sector hay mucho humo, mucho vendedor de mantas y sobre todo mucho elemento avestruz. En otro hilo se presenta la tesitura de no dejar escapar al cliente, por que al final de lo que se trata es de aplicarse el dicho “ Dame PAN y llámame TONTO”.
Os pongo un ejemplo: Una organización nos encarga una investigación, que cuenta con la limitación importante del proceso de comunicación, o dicho de otro modo, que no ocupe un mega, no mas de 3 fotos, y sobre todo poca letra que no tengo tiempo para leer. Asi que con esta perspectiva ¿como se actúa?, somos TONTOS, y aplicamos lo formal sin tener el cuenta el desarrollo de la investigación que se ve plasmado en un Informe. O por otro lado somos honestos y hacemos lo que podemos y lo plasmamos en un documento de lenguaje indio y carente de valor indagatorio. La realidad es que a todos nos gusta el jamón pero nadie reconoce el detrimento del trabajo. Me llaman TON, !perdón! , ME LLAMO TONY.
Antonio:
El 90 % de los informes te los piden princpalmente para eludir responsabilidades.Pero a las auditoras se les paga muy bien por falsearlos. Luego tienes que asumir la rémora de ser utilizado y cobrar mucho menos que una auditora.
Emilio
En ESPAÑA, no se falsea, se adapta a las circunstancias concurrentes al objetivo legitimo aún que tenga una disparidad de visión a la norma legal escrita establecida circunstancialmente.